Lunes, martes, miércoles y jueves, La Redonda
Siempre de rodillas
en la última banca
a la siniestra del altar,
rodeada de silencio
toco la ventana
con un Padre Nuestro,
y un Ave María
abre la puerta
e invita a pasar
me sabe cómoda,
sonríe y le sonrío.
Sin abrir mi boca
comenta el alma
lo que ya no aguanta,
me pregunto y respondo,
respondo y pregunto.
Ella escucha
con su mirada clara
a calmar, me alerto
a emprender mi marcha
sus ya viejos venerantes
dos pies, más uno en sinfonía
empiezan a ocupar las bancas
sentados como quién espera
la bendición de La Dama
su duda los mantiene vivos:
¿será que aún embarca?
Por si las moscas,
para evitarse las cuentas
-a Caronte- y heredar
bien a sus plagas
los viejitos,
rezan, rezan,
se duermen,
se apagan...
Sin ser escuchados
se dicen
cuando joven
¿dónde estaba?
Tal vez yo sí recuerde
al ocupar sus extintas sombras.
Algunos me miran,
asienten,
aprueban,
Tal vez.
Quizás.
La muerte es embustera.
en la última banca
a la siniestra del altar,
rodeada de silencio
toco la ventana
con un Padre Nuestro,
y un Ave María
abre la puerta
e invita a pasar
me sabe cómoda,
sonríe y le sonrío.
Sin abrir mi boca
comenta el alma
lo que ya no aguanta,
me pregunto y respondo,
respondo y pregunto.
Ella escucha
con su mirada clara
a calmar, me alerto
a emprender mi marcha
sus ya viejos venerantes
dos pies, más uno en sinfonía
empiezan a ocupar las bancas
sentados como quién espera
la bendición de La Dama
su duda los mantiene vivos:
¿será que aún embarca?
Por si las moscas,
para evitarse las cuentas
-a Caronte- y heredar
bien a sus plagas
los viejitos,
rezan, rezan,
se duermen,
se apagan...
Sin ser escuchados
se dicen
cuando joven
¿dónde estaba?
Tal vez yo sí recuerde
al ocupar sus extintas sombras.
Algunos me miran,
asienten,
aprueban,
Tal vez.
Quizás.
La muerte es embustera.
1 comentarios:
A las lunes, marzo 27, 2006 4:31:00 p. m. , Lyla Bokà ha dicho...
o al revés.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio