Antes de cerrar
Queridos todos:
Ayer,
me acosté sola
entre mis tres damas de compañía,
pensando en nada...
Abrasé a Soledad,
fresca y sincera,
puntual y fiel.
Inmaculada,
guarda a mi espalda
reclamando ser abrasada
Esperanza (aún verde),
abrazaba mis hilos negros
intentando destejer
aquellos días muertos.
Todas ellas concuerdan:
No hay mancha
que por bien no venga,
sin embargo,
cuando el bien no llega,
mancha.
Ayer,
me acosté sola
entre mis tres damas de compañía,
pensando en nada...
Abrasé a Soledad,
fresca y sincera,
puntual y fiel.
Inmaculada,
guarda a mi espalda
reclamando ser abrasada
Esperanza (aún verde),
abrazaba mis hilos negros
intentando destejer
aquellos días muertos.
Todas ellas concuerdan:
No hay mancha
que por bien no venga,
sin embargo,
cuando el bien no llega,
mancha.
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