Tras bastidores
Las perlas se sienten Dios,
su pequeño encierro,
oscuro e infinito es
su Universo.
Ilusiones como alimento,
destellos suicidas,
recrean el pecado
muerden la Vida.
Halógenas damitas,
contra tristeza y alegría,
bailan, bailan, bailan.
Caminan.
Sueñan en sus camas,
charcos de saliva,
mojadas de lluvia
puras en su dicha.
Las perlas se sienten Dios,
Mueren para brillar.
su pequeño encierro,
oscuro e infinito es
su Universo.
Ilusiones como alimento,
destellos suicidas,
recrean el pecado
muerden la Vida.
Halógenas damitas,
contra tristeza y alegría,
bailan, bailan, bailan.
Caminan.
Sueñan en sus camas,
charcos de saliva,
mojadas de lluvia
puras en su dicha.
Las perlas se sienten Dios,
Mueren para brillar.
1 comentarios:
A las sábado, noviembre 17, 2007 6:12:00 p. m. , Néstor Morris ha dicho...
Me ha gustado mucho este poema y el espacio de tu blog.
Felicitaciones.
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