I
Hay espacios que la lumbre no puede ocupar
como la sangre que corre a pulso
de las ganas de todo aquello que no existe.
No hay nada que pueda ser tomado como el viento,
que atraviesa de la misma forma nubes y niebla.
Tú crees que has consagrado un espacio en mi memoria,
pero no estoy;
soy todo aquello que no podrás nombrar.
como la sangre que corre a pulso
de las ganas de todo aquello que no existe.
No hay nada que pueda ser tomado como el viento,
que atraviesa de la misma forma nubes y niebla.
Tú crees que has consagrado un espacio en mi memoria,
pero no estoy;
soy todo aquello que no podrás nombrar.
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