Ángel Blue
Sus alas recogidas
Cárcel libertadora
Cómplices sus plumas
Prestas escuchan
Luego de oír sollozos
Una historia hueca y pura:
Comienzos en minúscula
Enlaces de emociones
Amaneceres de esclusas
Distancias como cuerpos
Pasiones De-mentes
Se asustan.
Grillos electrónicos
Entonan, vibran,
Agonizantes silentes
Teclas ya confusas
Marcan su muerte
Una pantalla se ilumina
Letanías ausentes
Un Amén proclama
Mayúsculas de réquiem
Desintegrando ilusiones
Polvos mágico Post Mortem.
(Hay que ordenar esto…
y continuar,
y asesinar,
y nacer un poco
para levantar este texto)
Nos dejamos, me dejo, de poemar y condenar palabras, para exorcizar a uno de mis fantasmas, al parecer el último de la habitación desnuda. Debería ser pecado serle fiel a él, a ellos, tan intangibles, tan ajenos, impenetrables… susurrando siempre sobre natura, sobre mis ganas tan calladas, vestidas de recuerdos, de reclamos, tan irreales como la realidad.
Describía, narraba, tejía…, sensaciones de lana extraña, dos madejas: una de cárcel y la otra de libertad. Comentaba con alguien “…pero al fin y al cabo libre, eso es bueno, supongo…”.
“No todos tienen la suerte de tener su propio mundo”, me decían. No todos tienen la capacidad de exorcizar su casa de fantasmas, y es que, son tan reales que a duras penas se los distingue de la masa…
-----------------------------------------------------
“¡¡¡Nada de esto fue un error!!!” (irrumpe una de las canciones más berreadas en la radio…) ja ja ja, bueno… Y seguía, insistente ella, sin nadie que la saque de sintonía… “existe una gran diferencia / entre el juego y el azar” Claro, muchas cosas mueren cuando se las arrojan a los brazos de la suerte… Las que sobreviven, las de estrategias y tácticas, requieren procederes de ambos participantes, cuando uno desmaya el otro alienta, y cuando el que alienta desmaya, el que cayó primero no entiende… Lo embrujó el sino con su aroma a azar…
---------------------------la canción es un pretexto-
En realidad, en esta historia, grita más un tango velado por una copa viuda de tinto y un bandoneón…
Las lágrimas que escapan silentes en un grito de alma abrigan mucho mejor la noche, mientras el interés lector de un buen amigo acaricia la nostalgia exorcizada, tan descansada en la madrugada.
El insomnio, creo, es lo único común en los fantasmas.
Escucho a campanilla: “Quiero que tus sueños sean olas que se van…, libres como el viento, en mitad del mar…”
La radio es perversa...
Cárcel libertadora
Cómplices sus plumas
Prestas escuchan
Luego de oír sollozos
Una historia hueca y pura:
Comienzos en minúscula
Enlaces de emociones
Amaneceres de esclusas
Distancias como cuerpos
Pasiones De-mentes
Se asustan.
Grillos electrónicos
Entonan, vibran,
Agonizantes silentes
Teclas ya confusas
Marcan su muerte
Una pantalla se ilumina
Letanías ausentes
Un Amén proclama
Mayúsculas de réquiem
Desintegrando ilusiones
Polvos mágico Post Mortem.
(Hay que ordenar esto…
y continuar,
y asesinar,
y nacer un poco
para levantar este texto)
Nos dejamos, me dejo, de poemar y condenar palabras, para exorcizar a uno de mis fantasmas, al parecer el último de la habitación desnuda. Debería ser pecado serle fiel a él, a ellos, tan intangibles, tan ajenos, impenetrables… susurrando siempre sobre natura, sobre mis ganas tan calladas, vestidas de recuerdos, de reclamos, tan irreales como la realidad.
Describía, narraba, tejía…, sensaciones de lana extraña, dos madejas: una de cárcel y la otra de libertad. Comentaba con alguien “…pero al fin y al cabo libre, eso es bueno, supongo…”.
“No todos tienen la suerte de tener su propio mundo”, me decían. No todos tienen la capacidad de exorcizar su casa de fantasmas, y es que, son tan reales que a duras penas se los distingue de la masa…
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“¡¡¡Nada de esto fue un error!!!” (irrumpe una de las canciones más berreadas en la radio…) ja ja ja, bueno… Y seguía, insistente ella, sin nadie que la saque de sintonía… “existe una gran diferencia / entre el juego y el azar” Claro, muchas cosas mueren cuando se las arrojan a los brazos de la suerte… Las que sobreviven, las de estrategias y tácticas, requieren procederes de ambos participantes, cuando uno desmaya el otro alienta, y cuando el que alienta desmaya, el que cayó primero no entiende… Lo embrujó el sino con su aroma a azar…
---------------------------la canción es un pretexto-
En realidad, en esta historia, grita más un tango velado por una copa viuda de tinto y un bandoneón…
Las lágrimas que escapan silentes en un grito de alma abrigan mucho mejor la noche, mientras el interés lector de un buen amigo acaricia la nostalgia exorcizada, tan descansada en la madrugada.
El insomnio, creo, es lo único común en los fantasmas.
Escucho a campanilla: “Quiero que tus sueños sean olas que se van…, libres como el viento, en mitad del mar…”
La radio es perversa...
entrada de Atenea @ 4:36 p. m.
2 comentarios
