Amores de emergencia

Cualquiera que lea la vida con ojos ávidos de amor llegará a experimentar los bien llamados "amores de emergencia", sentimientos que salvaguardan otros tal vez más fuertes, únicos e irrepetibles, pero lástimosamente cobardes. Un lugar donde las mentiras suelen transformarse en verdades que arremeten contra el alma lacerada.

jueves, diciembre 09, 2004

Cuando una plazoleta es mi oficina...

Sentada a pocos metros de distancia del objetivo,
observé que soy un imán intelectual que se funde ante la mirada de hierro de quien la esquiva con una pluma y con un papel.

Acompañados por la misma bebida nos enfrentábamos a la misma situación.

¿Qué m..... Escribo para mi cliente?

Saludos,

Hasta una próxima...

Vuelo de insecto

Cayó al suelo, mojado por sus órganos aplastados.
- Sácalo de ahí
- Ya está muerto!
- ¿Y si tiene otra vida? Pueda que el corazón no se halla lastimado y siga volando.
- Tal vez tengas razón, lástima que los insectos no tengan corazón.
Aplástalo de nuevo, no vaya a ser que el bicho aquel resucite.

Ahora comprendo por que la mayoría de los seres humanos no pueden volar.

Habitación desnuda

Me gustaría gritarte en el silencio de una habitación desnuda,
mirarme a través de tus ojos de fuego sacro,
respirarte de madrugada,
caliente y ardiente,
como cada noche fría,
como cada vez que vuelves.
(Ruegos de un altar)

El bastón de la cordura

El recuerdo perdió la cordura.
Ahora acostumbra invitar a la realidad de los muertos a bailar su canción.
Dice que ellos la comprenden,
que la gozan,
dice también que les alegra la vida,
que es el paréntesis en el que les gustaría vivir
por siempre y para siempre,
de no ser porque hay tanto muerto que critica la vida sencilla.
Y cuando alguno de estos cadáveres se encuentra en la calle a alguien que canta su himno
le gritan loco.

lunes, diciembre 06, 2004

Lo que hace la fe...

Te creí valiente… y resultaste cobarde.
Te creí seguro… y descubrí en ti un inseguro impulsivo.
Te creí sincero… y resultaste hipócritamente un alienado social.
Te creí inteligente… y descubrí que lo eras, pero no lo suficiente.
Te creí humano… y ¡resultaste serlo!
Porque el ser humano ha perdido su humanidad, ha involucionado a no sé qué cosas, a no sé qué espacios, y a no sé que tiempos.
Descubrí todo esto mientras escuchaba tu música parlante, que en lugar de hilar, deshilaba, más que mis emociones, mi imaginario.
Y para variar… ¡sigues cantando!

¡! Despistado

No es que no entienda,
es que no quiero entender,
y aunque entiendo que tú entiendes
que yo no quiero entender,
sigo intentando hacerte entender
que yo quiero que entiendas
que si yo no quiero entender
es porque quiero estar segura
de que entiendas
lo que te quiero hacer entender.
Si entiendes lo contrario,
no me culpes,
errar y hacer errar es de humanos...,
como jugar es de niños.

Encuadra

Un tacón delata,
un retazo estéril de seducción,
carne abrupta en desazón.

Una máscara viste
cuando ella se para,
mientras todos desvisten
cuando más pesan sus capas.

En cuadras:
Una mente retrete
de consumos en masa
se posicionan en tu mente
evitando bajar la válvula.

Encuadras.

Tus deseos incultos,
los pecados que callas.
Si no te crees santo,
te crees justo,
crees que libras batallas.

¿Encuadras?

Un presente causal,
más que ética, moral.

Encuadro,
¿me quedo sola o avanzo con ellos?
Descuadro.

Ganas esclavas

Tengo en mi garganta
mil esclavas blancas
débiles palomas
que no tienen alas.

Sin embargo tengo
unas ganas negras
de explorar tu mundo
de palabras necias.

Habitas en el viento,
como el cianuro te integras
al suicida blanco
de tus ganas negras.

Mis esclavas blancas
hoy se han vuelto negras,
hoy visten de luto,
hoy no sienten pena,
derrumban el cielo
de tus ganas muertas,
lugar donde habitan
mis esclavas negras.

Vuelo tus palabras,
tengo ya alas recias,
tengo ganas blancas
de escuchar tinieblas.

Quiero ser la vida
de tus ganas muertas,
quiero ser las alas
de tus esclavas negras.

Hagamos té

Te compro un sueño, lo hago realidad y aligero tu carga, y la mía.
Te vendo un recuerdo, así gano algo y dejo de perder el tiempo todos los días.
Te alquilo mi cama, así decido cuando te alojo y cuando te echo.
O mejor...
Hagamos un trueque, así yo me quedo contigo, y tú, con lo que queda de mi.
O no, mejor..., ¡ya sé!

Hagamos el amor: lo patentamos, lo vendemos, lo rematamos, y luego, luego... inventamos otra cosa.

Por mentir como miento

Como miento...
Como miento al decir que no te veo,
al decir que no te escucho,
o al decir que no te siento.
Como miento al gritar la vida
cuando muero la muerte viva,
cómo vivo mientras castigan
mis mentiras que son tan vivas.
Miento más cuando me crees,
miento menos cuando encandilas
oscuridad no me maldigas
por mentir a sus mentiras.
Miento si le digo al viento
que en su arrullo yo me duermo,
miento porque en el frío
nadie puede dormir contento.
Miento cuando te escribo,
miento cuando te leo,
que si tu mintieras mejor
me ayudarías a no seguir mintiendo.
Por eso, mientras mientas por mi,
yo seguiré mintiendo,
que no importa si me lleva el fuego
por mentir como miento.
No miento.