Amores de emergencia

Cualquiera que lea la vida con ojos ávidos de amor llegará a experimentar los bien llamados "amores de emergencia", sentimientos que salvaguardan otros tal vez más fuertes, únicos e irrepetibles, pero lástimosamente cobardes. Un lugar donde las mentiras suelen transformarse en verdades que arremeten contra el alma lacerada.

viernes, enero 27, 2006

Lunes, martes, miércoles y jueves, La Redonda

Siempre de rodillas
en la última banca
a la siniestra del altar,
rodeada de silencio
toco la ventana
con un Padre Nuestro,
y un Ave María
abre la puerta
e invita a pasar
me sabe cómoda,
sonríe y le sonrío.
Sin abrir mi boca
comenta el alma
lo que ya no aguanta,
me pregunto y respondo,
respondo y pregunto.
Ella escucha
con su mirada clara
a calmar, me alerto
a emprender mi marcha
sus ya viejos venerantes
dos pies, más uno en sinfonía
empiezan a ocupar las bancas
sentados como quién espera
la bendición de La Dama
su duda los mantiene vivos:
¿será que aún embarca?
Por si las moscas,
para evitarse las cuentas
-a Caronte- y heredar
bien a sus plagas
los viejitos,
rezan, rezan,
se duermen,
se apagan...
Sin ser escuchados
se dicen
cuando joven
¿dónde estaba?
Tal vez yo sí recuerde
al ocupar sus extintas sombras.
Algunos me miran,
asienten,
aprueban,
Tal vez.
Quizás.

La muerte es embustera.

viernes, enero 13, 2006

Sé que me viste

encendí la luz.
Me esperabas
sentada al pie de la cama,
de mi esquina predilecta,
cantando mis dudas con tus ojos
vacíos
ausentes de mí.

Me lloré al verte,
y me acompañaste,
sentada en el borde de mis sueños.

Escríbeme
hasta que me encuentres,
nárrame en tus olas,
léeme en el sol,
cántame el silencio
tu susurro
mi ambición.

¿Quién dijo que los sueños están bajo la almohada?