No subestimen a los demonios

Gran parte de la humanidad tiende a subestimar a los demonios, y es que aún hay seres que los imaginan, que digo los imaginan, aseveran que la imagen del representante del mal va acompañada de cachos, cola y tridente en mano. Además, muchos lo ubican bajo tierra, entre fuego; fuego que en la mayoría de religiones es considerado purificador, no ha de ser tan malvado el señor de las tinieblas, después de todo, si adecua con fuego su residencia para recibir a cada segundo nuevos huéspedes, no debe tener tan malas intenciones, ¿o sí?
Por otro lado, ¿alguien encuentra alguna justificación para que en un lugar ambientado con fuego no haya luz? El humo tal vez, pero ¿y el fuego qué, no alumbra?


Hoy quise escribir con fuego, pero alguien lo apagó, no me explico por qué siento tanto frío en este infierno.
Infierno, porque hasta la pluma me ha abandonado… estas palabras señoras,señores, no son palabras, son residuos de alguna escupidera y salen por alguna extraña inercia escritora.
Quien dijo “La estupidez humana es infinita” debió haberse inspirado en algún ser humano como yo, a veces parecería que me divirtiera cometiendo estupideces, la última expiró junto con una historia, vaya Dios a saber a qué infierno fue a parar.