¡Hay que matar!, de eso se trata

Es un lamento esa voz que
Se busca y no se encuentra,
Y que sin hallarse,
Logra ser.

Sangra su garganta
La canción de los glóbulos rojos,
De los blancos,
Se hacen plaquetas sobre el papel.

Regenerarse mientras se sangra en otros ojos.

De eso se trata querido árbol,
De talarnos hasta desaparecer en otros bosques.

Perdidos.

Ayer y Hoy van de la mano,
Ayer ya no respira, y
Hoy lo está cremando.

Siembra mis cenizas en la arena,
Riégalas con el mar de tus faros
Hasta que el estruendo de tus dedos griten:
Hasta nunca,
Hasta entonces,
Hasta cuándo.